La relación de juego entre la pelota y el jugador con la pala
es de golpeo. No se puede ni golpear ni coger con ninguna parte del cuerpo
puesto que siempre se debe golpear con la pala.
En un espacio como el trinquete que tiene unas
características que lo distinguen de los espacios más habituales (como el
frontón corto y largo que son los más habituales), tiene un par de cualidades además
de las jugadas transferibles a otros espacios. El golpeo en con efecto buscando
la pared izquierda casi hasta el rebote muy habitual. Dadas las características
del trinquete y con el factor de la red bajo el tejadillo, por lo que otra
acción ofensiva habitual el abrir al rival hacia la pared derecha para que deje
desprotegido el flanco izquierdo, y de este modo se pueda realizar un tanto
directo. El fraile también es un buen recurso puesto que al colocarse de manera
oblicua crea unos rebotes diferentes y en los que acompasarse a la trayectoria
es más difícil.
Después tenemos diferentes tipos de golpeo en función de la
trayectoria de la pelota. El golpe más habitual es el golpe recto. No se trata
de un golpe recto en realidad puesto que la pala acaba orientada ligeramente
hacia arriba. Otro golpe es el de abajo hacia arriba. Se trata de un útil
recurso en situaciones comprometidas en las que tratas de evitar el fallo. Por
último tenemos el golpe de arriba hacia abajo. Habitualmente es un golpeo de
carácter ofensivo puesto que el objetivo de este golpe es que de el primer bote
rápido y cerca del frontis de modo que el rival no tenga la posibilidad de
realizar una devolución, y en caso de que llegara fuera de manera bastante
forzada.